Un estudio realizado en Canadá por Philips y colaboradores, publicado en EClinical Medicine, recoge 807 incidentes comunicados por 108 estudiantes. En el 98% de los casos las víctimas fueron mujeres, en tanto que los perpetradores fueron compañeros, pacientes y, en menor grado, docentes. Las personas que participaron en el estudio señalan que se trata de un problema de naturaleza sistémica, pero a un nivel individual referían que sufrir este acoso se traduce en sentimientos de vergüenza y culpa.